Indistinto porque, sea cual sea su origen, el síntoma es un signo. Signo que da cuenta de un conflicto psíquico. Dos fuerzas en oposición. Hay algo que se satisface a nivel del inconsciente pero que indudablemente molesta al mismo tiempo. Lo más difícil es hacer identificar al paciente al síntoma como un modo de gozar.
El lado “distinto” del síntoma, radica en que no vamos a ir a visualizar la psicopatologia así como la singularidad de cada persona.
Qué se dió a cabo en la historia de cada sujeto en particular para que el síntoma se instalara, tuviera lugar?
Luego, no es acaso deseable que aparezca un signo, para que podamos desenmarañar un conflicto?
Visto de esta manera, el síntoma es una buena señal. Nos da la oportunidad de hacernos cargo. Su función ha dejado de dar resultados, y puede ser el momento de revisar a qué sirve dicho síntoma.
En este sentido, la psicoterapia es la oportunidad que nos da el síntoma de sanar y dejar de repetirse, ahora a través de la palabra.
